¿Qué es el cannabis?
Beneficios del cannabis

¿Qué es cannabis?

El cannabis (Cannabis sativa L.) es una planta de crecimiento anual originaria de las cordilleras del Himalaya que ha sido utilizada desde hace miles de años por sus propiedades médicas e industriales. La planta del cannabis es una de las plantas más antiguas cultivadas por el ser humano para fines no alimenticios. Se han encontrado restos de fibra de cáñamo en China datados con más de 6000 años y ropas fabricadas con fibra de cáñamo en Turkestán con más de 5000 años.

El registro más antiguo del uso de cannabis como medicina se encuentra en la farmacopea del emperador chino Shen Nung y data de hace más de 4000 años, en la cual se recomendaba para el tratamiento del dolor, el resfriado o los trastornos menstruales, entre  muchos otros. Allí a donde ha ido el ser humano a lo largo de la historia ha llevado con él la planta del cannabis: por ejemplo, la primera Biblia se imprimió con papel de cáñamo y las velas de las carabelas que llevaron a Cristóbal Colón a América estaban fabricadas con fibra de cáñamo.

En cuanto a sus usos médicos, el auge de las publicaciones médicas del cannabis ocurrió entre 1840 y 1900, período en el que se publicaron más de 100 artículos científicos (una cifra sumamente elevada para la época) recomendándose para el tratamiento de diferentes enfermedades y males.

La aparición de fármacos sintéticos, por una parte, y el desconocimiento del mecanismo de acción de los compuestos presentes en la planta por otra, junto con las presiones políticas que empezaron a limitar su uso por cuestiones extra-médicas, hicieron que se perdiera el interés médico por el cannabis, interés que en la últimas décadas se ha retomado intensamente, una vez que se han empezado a conocer tanto lo compuestos presentes en la planta, como los mecanismos  neurobiológicos por los que actúa. Hoy día existen sociedades científicas centradas específicamente en el estudio médico del cannabis y de los cannabinoides, tanto de carácter nacional como internacional, y repartidas por todo el mundo.

La planta del cannabis es una auténtica máquina de producción de compuestos biológicos. Sus flores sintetizan más de 100 compuestos que son exclusivos de la planta del cannabis y que se llaman cannabinoides, aparte de terpenos y favonoides (que tienen también propiedades médicas), polifenoles, aminoácidos y vitaminas, entre otros muchos, llegando a producir hasta más de 500 compuestos químicos diferentes.

«El principal compuesto psicoactivo del cannabis es el THC (Delta-9-tetrahidrocannabinol), y también el principal agente terapéutico. Junto al CBD (cannabidiol), el otro compuesto activo importante de la planta pero que no tiene efecto psicoactivo, son los compuestos que hasta el presente más se han estudiado y a los que se les atribuyen más usos médicos, aunque, no son los únicos con propiedades terapéuticas. La planta del cannabis es una planta especial dentro de la medicina herbal: a diferencia de otras plantas, donde conviven productos terapéuticos con productos tóxicos –y por ello en medicina se suele preferir trabajar con los principios activos aislados para evitar interacciones farmacológicas no deseables–, en el caso del cannabis, la utilización de la planta tiene una mejor tolerabilidad que la utilización del THC por separado. Ello es porque los demás compuestos que lo acompañan modulan el efecto psicológico final del THC, mejorando su tolerabilidad. En un estudio reciente basado en una encuesta en la que se preguntó a 953 pacientes de 31 países sobre sus experiencias con las diferentes formas de la marihuana medicinal, se encontró que, «en general, los medicamentos basados en cannabinoides no farmacéuticos a base de plantas recibieron de los participantes puntuaciones más altas de apreciación que los productos farmacéuticos que contienen cannabinoides».

En cuanto a su fuente de origen, existen 3 tipos de cannabinoides: los cannabinoides presentes en las plantas, o fitocannabinoides; los cannabinoides sintéticos; y los cannabinoides presentes en el organismo de los animales, o endocannabinoides. Hasta el momento se han descubierto más de 100 fitocannabinoides. Un hecho curioso es que mientras los fitocannabinoides sólo se han encontrado en la planta del cannabis, los endocannabinoides se encuentran presentes en todos los animales, desde los más simples hasta el ser humano. De hecho, es posible que la capacidad de sintetizar endógenamente cannabinoides ya se encontrara en un ancestro eucariota (unicelular) común a animales y plantas y que luego, partiendo de este ancestro común, los diferentes linajes de animales y plantas hayan desarrollado independientemente sus propios sistemas de señalización intercelular basados en compuestos cannabinoides. Otra opción de encontrar cannabinoides es en los laboratorios científicos: gracias al avance de la química orgánica se pueden crear compuestos cannabinoides en un laboratorio, algo que constituye hoy día uno de los principales intereses de la industria farmacéutica debido al enorme potencial terapéutico que tienen estos compuestos.

Beneficios del cannabis

La prohibición del cannabis ha traído como consecuencia un enlentecimiento en la investigación, tanto de sus propiedades terapéuticas, como en el desarrollo de preparados farmacéuticos. Pero la limitación del cannabis medicinal no ha impedido que los usuarios hayan desarrollado todo un sofisticado arsenal de compuestos, así como de instrumentos para ingerirlos. Hoy día hay numerosos métodos para extraer los cannabinoides de la planta, en una forma concentrada, que se pueden ingerir en diferentes formas: fumados, vaporizados, en forma de tintura, cocinados en alimentos, en gotas sublinguales, en cremas, aceites, etc. Tampoco es ya necesario utilizar la planta fumándola, con todos los riesgos respiratorios que ello puede ocasionar, sino que hay instrumentos, llamados vaporizadores, precisamente para vaporizar los cannabinoides en lugar de quemarlos, de tal forma que se evitan todos los riesgos de la combustión.

 

 

 

  
Cura el sistema nervioso central y enfermedades neurodegenerativas: esclerosis múltiple, enfermedad de Huntington o Corea de Huntington, parkinson, alzheimer, enfermedad de Lou Gehrig: Esclerosis Lateral Amiotrófcia, epilepsia y síndrome de Gilles de la Tourette.

Enfermedades del aparato digestivo: reducción de la secreción gástrica, regulación del esfínter esofágico, reducción de la motilidad del aparato digestivo a todos los niveles (gástrico, intestinal y colónico),  reducción de la secreción intestinal (antidiarreico), control de la sensación visceral, acción en la inflamación intestinal y acción en la disfunción de la motilidad intestinal.

  
Trastornos severos de la nutrición: anorexia y caquexia (el tratamiento de la anorexia asociada pérdida de peso en pacientes con SIDA y/o cáncer).

  
Náuseas y vómitos (asociados con quimioterapia).

  
Dolor crónico: No sólo el THC y el CBD, los principales fitocannabinoides de la planta del cannabis, tienen propiedades analgésicas. Otros fitocannabinoides no psicoactivos como el tetrahidrocannabivarin (THCV), cannabigerol (CBG) y el cannabicromo (CBG) también tienen efectos analgésicos.

  
Cáncer y cuidados paliativos: previenen la proliferación de células cancerosas y bloquean el desarrollo de metástasis (proliferación de células cancerosas a otros órganos previamente no afectados).

  
Enfermedades de la piel: cáncer de piel, dermatitis y prurito, y psoriasis.

 

Información tomada de: Raquel Peyraube, R. y Bouso, J. (2015). ¿Marihuana cómo medicina? Usos médicos y terapéuticos del cannabis y los cannabinoides. México Unido contra la Delincuencia, A.C. https://saltonverde.com/wp-content/uploads/2017/09/04-InformeCannabisMedical.pdf